Lección

Lección

Creo que no exagero si afirmo que, por primera vez en su historia, Los Pedroches han entrado en una campaña electoral como elemento importante de contraste y decisión. Hubo unos momentos de titubeo iniciales, pero ya, a estas alturas, todos los candidatos y líderes políticos que han pasado por Córdoba -incluso los del más alto rango- se han referido al tema de la parada del tren en Villanueva de Córdoba y todos ya, también, han prometido que esta parada será una realidad. Rajoy, Chaves, Velasco, López-Amor, Merino..., todos han visto en esta reivindicación del siempre olvidado norte de la provincia una ocasión de apuntalar su oferta cordobesa, constribuyendo de este modo, indirectamente y quizás involuntariamente, a difundir una demanda que alcanza ya conocimiento global. No hay corrillo político o periodístico de la provincia donde no se hable del tren de Los Pedroches (que llegará, al parecer, por partida doble, pues a la prometida y deseada parada en la línea de alta velocidad se sumará, no se sabe muy bien con qué propósitos ni atendiendo a qué demandas, la conexión convencional de Pozoblanco con la línea Córdoba-Almorchón) .

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Velasco hablaba hace unos días de la "gran presión" que, al parecer, han ejercido "los alcaldes socialistas de Los Pedroches" durante estos últimos cuatro años, pero yo creo que la gente no es imbécil y sabe muy bien a quién se debe este logro. No importa quién se cuelgue las medallas. Cuando el tren pare finalmente en Los Pedroches, en el libro de la historia comarcal se habrá escrito una hermosa página de lucha y tesón, un ejemplo vigoroso para generaciones venideras, que aprenderán de memoria la lección de cómo una vez en Los Pedroches la sociedad civil superó en eficacia y dignidad a las instituciones políticas que la representaban.