¿Por qué llamamos ganaderos a los productores de carne?
Vista aérea de una macrogranja de porcino en el término de Alcaracejos [Foto: Google Maps].Contrariamente a lo que algunos creadores de bulos andan difundiendo estos días, no hay ninguna ley que prohíba pastorear con ganados en los campos. Si en Los Pedroches hemos dejado de ver rebaños de ovejas y cabras no es porque ninguna disposición legal lo impida, sino porque en nuestra comarca (como en muchas otras) los oficios de ganadero y de pastor prácticamente han desaparecido, arrastrados por la evolución social y económica de los tiempos. No porque nadie haya prohibido el ejercicio de estas profesiones, sino porque la gente común y corriente ha decidido aspirar a vidas mejores que las que proporciona el trabajo en el campo en determinadas condiciones. Porque acudir al pasado como explicación para entender los problemas de una sociedad moderna de creciente complejidad no es defensa del mundo rural, sino que tras ello se esconde una inquietante visión ideológica y política de la realidad. La que pretende, en pleno siglo XXI, solucionar con rebaños de cabras la acción destructora de incendios de sexta generación en un contexto de cambio climático y despoblación del mundo rural.
He leído en la revista de feria de Cardeña una interesante reflexión de Paco Casero, presidente de la Fundación Savia, en la que se refiere al cambio de conceptos y nombres que se ha producido en el campo de la ganadería, hasta el punto de que "hoy se les llama ganaderos a quienes son granjeros que trabajan en naves prefabricadas como empleados de la industria cárnica, sin gestionar el campo y los montes". Digámoslo ya: la ganadería intensiva no es una fórmula histórica de ganadería, sino una creación capitalista necesaria para poder mantener los niveles de consumo crecientes a los que aspira la industria cárnica, que nada tiene que ver con los modos tradicionales de gestión agraria. No podemos defender, a la vez, a la ganadería intensiva, enfocada en la eficiencia, alta producción y tecnología, y a los ganaderos tradicionales, cuya presencia ya es meramente testimonial, con sus métodos ancestrales de trabajo, respetuosos con el medio ambiente y el bienestar animal, porque unos son los que han acabado con los otros. En la ganadería intensiva todo está industrializado y mecanizado, todo es bellamente artificial, desde la cría de animales en cautividad hasta su alimentación procesada, pasando por el ordeño mecánico y la recogida selectiva de productos, con el objetivo de aumentar la producción de carne, leche o huevos, reducir su coste y maximizar el beneficio. Sacrificando, también, la mano de obra. Y depositando el capital en corporaciones ajenas al territorio.
Ni los productores de carne ni los productores de leche son ya propiamente ganaderos al modo en que tradicionalmente entendemos esta profesión en Los Pedroches. Son empresarios y trabajadores imprescindibles para el sostenimiento de la sociedad contemporánea tal como hemos elegido que sea y sin ellos sería imposible mantener los índices de crecimiento económico universal. Pero no son ganaderos, de esos que apacientan el rebaño y mantienen con su acción el recuerdo romántico de aquella ganadería de nuestros antepasados. Son otra cosa. De tal modo que no podemos confiar solo en ellos, como antes, para salvar el monte, para prevenir los incendios, para mantener limpias las aguas, para descontaminar el terreno, para regenerar la dehesa, para promover la sostenibilidad medioambiental, para mantener el equilibrio natural. Porque sus intereses son ya otros. Legítimos, pero otros.
10 comentarios :
Me extraña que este artículo no tenga ningún comentario
El poder de decisión y gestión de los ganaderos y de otros profesionales se reduce drásticamente cuando se integran en la dinámica de las empresas, pasando estos a ser meros operarios. Si bien esta integración puede incrementar la competitividad, también puede minar aspectos como la motivación, la creatividad, la flexibilidad, la realización personal, etc. En fin, Tiempos modernos.
Ante todo felicidades Antonio por ser tan valiente. Esto es algo que te diferencia de muchísima gente que tiene reacciones demasiado subjetivas e interesadas, por no hablar de los bulos que ya se ha hablado demasiado aunque nunca será suficiente visto como está el patio.
Soy ganadero de familia ganadera, pero de los de verdad de los que vemos como se nos mueren animales como malparen, sufrimos el calor y el frío y tenemos que estar siempre pendientes. Somos los principales perjudicados por empresas como Bello Terra, que como bien dices, no es una empresa ganadera ni mucho menos, es un industria y aunque tienen animales no tienen nada que ver con nuestros animales ni nuestras relación con ellos.
Entiendo todo lo que dices y aunque no te conozco, tengo que decirte que llevas razón desde el principio hasta el final y de nuevo felicitarte porque aunque algunas veces no coincidido con tus textos ojalá hubiera mucha gente como tú, sin miedo a decir la verdad que todos sabemos.
Pero nadie habla ni quiere problemas. Esto es como ser negro y reclamar derechos para la gente de color en una ciudad donde gobierno, radio, industria y gran parte de la población son del KKK.
No estoy de acuerdo con las macro granjas Que han sido aprobadas por ayuntamientos, tanto del PP, como del PSOE en Torrecampo y Alcaracejos creo que muchas vaquerías deberían estar cerradas en cuestión de dos días porque son establecimientos de vergüenza, Donde da asco, ir. Pero Covap tampoco quiere complicarse. Estoy totalmente de acuerdo en la lucha por el agua y también que se están perdiendo muchísimas encinas pero Antonio, nos tenemos que callar. Todo esto no lo hablamos ni en los bares ni en la cooperativa lo hablamos en nuestra casa por miedo a que alguien nos diga si somos de uno o de otro partido Y así vemos como la comarca, los pueblos se van quedando vacíos y van desapareciendo poco a poco y nuestros hijos se van para no volver, Ahora encima, proyectos de minaría, que se van a llevar el poco agua que hay. Como consuelo, puedo decirte, a todos los que os estáis moviendo el futuro hablará de vosotros.
Habría que discrepar en cuanto a lo que son los vaqueros y las vaquerías actuales, pertenecientes a particulares. Su trabajo es tan digno como cualquier otro. Se han beneficiado de la ceguera de las Administraciones y organos de control, algo que está cambiando con la entrada en funcionamiento de las plantas de biometano de Covap.
Por otra, los ganaderos, tanto de extensivo como de intensivo, deben unirse frente a quien impone precios imposibles que impiden desarrollar negocios y ganaderías, desmotivando a los más jóvenes a que se inicien como ganaderos. Son los que imponen precios los verdaderos causantes de que el campo se esté viniendo abajo.
Si no se puede llamar ganadero a los productores de carne en macrogranjas; tampoco se puede llamar ganadero a los productores de leche en explotaciones en intensivo. Entonces, quienes son los ganadero? Los de siempre que tienen cientos de fanegas para criar cuatro vacas o cuatro ovejas? A ver si ahora, que ha habido gente humilde que ha podido progresar gracias al intensivo de leche que apenas necesita terreno, los vamos a joder.
Valiente y acertado, Antonio.
Como siempre.
Yo pienso que no hay ganaderos en una macro granja. Son trabajadores que no tienen porque entender de ganado. Hay que diferenciar, como decía un comentario al principio lo que es ganado con un trato del propietario y ganado que no ve el sol y que la única función del operario es Controlar que El tubo del agua y de la comida funcione, y que cuando llegue el día, vean un ratito del sol antes de que subir al camión. Yo diferenciaría las macro granjas de las vaquerías
Quitando lo que a cada uno le sugiera ganadero o ganadería, en términos generales engloba toda la producción de carne, leche, huevos, miel, etc, etc.
Administrativamente existe el REGA (Registro General de Explotaciones Ganaderas) que contempla todas las modalidades, intensivo/industrial, extensivo, mixto e incluso autoconsumo. Estableciéndose que una vaca es igual a 1 UGM y una oveja igual a 0,15 UGM. (UGM es una Unidad de Ganado Mayor).
El paso de intensivo a industrial está establecido que es con 180 UGM, es decir 180 vacas, 300 terneros de cebo o 750 cerdas madres. En este caso la explotación debe someterse a una Autorización Ambiental Unificada.
Pero si las normas ambientales no se aplican, ni se hacen cumplir, da lo mismo que sea Intensivo que Industrial, en ese caso se pasa a llamar contaminante.
Este texto tiene razón por poco que se diga, enseguida te encasillan, El tema de la ganadería es un tema complicado en ningún lado se habla de forma honesta que quiere decir ver lo bueno y lo malo y qué tipo de ganaderías hay. Quizás si en algún momento se tratara sin intereses como dice el compañero, podríamos coger el buen camino y quizás la gente no se marcharía de aquí, sobretodo hacer las cosas bien antes de que sea demasiado tarde. Cuando se pongan las depuradoras por ejemplo alguien cree que se va a acabar con la contaminación en la Colada?
Todos conocemos lo que está pasando en nuestra comarca y si no lo sabíamos, los últimos problemas nos han iluminado. Pero, como siempre, el poder económico de los que implantan las macrogranjas de intensivo, está arrasando con la ganadería extensiva que era nuestra joya. La contaminación que producen está reglada en los proyectos que los ayuntamientos aprueban pero, aquí está la trampa, muy pocos, poquísimos, lo cumplen. Y la verdad es que cuando los agentes forestales los pillan in fraganti, la denuncia pasa al fondo del cajón para no subir jamás a la superficie. Esa es la pura (por no decir otra cosa), de lo que pasa. El dinero es para gente de fuera y los puestos de trabajo, mínimos.
Pero tienen la sartén por el mango y: el dinero manda y nuestra pasividad, se lo facilita todo.
Publicar un comentario