¿Quién fue Inés de Fuentes?

¿Quién fue Inés de Fuentes?

Alfonso Cantador Alias y la portada de su obra.

Inés de Fuentes, una joven hinojoseña de finales del seiscientos, viaja a Sevilla para participar en una reunión de científicos novatores, aquellos preilustrados abiertos a los nuevos rumbos de la ciencia que basaban su conocimiento ya más en el empirismo que en la escolástica tradicional. Acude allí mandada por su maestro Jasid, un judío converso asentado en Belalcázar que instruye a Inés en los secretos de la ciencia y la medicina, al tiempo que va a someterse a un tribunal calificador para poder ejercer el oficio de partera. En el viaje conoce al mercader Enrico Federighi, con quien entabla una relación amorosa que, al menos de momento, no fructificará. Al regreso, Inés recibe enseguida una oferta de trabajo en un pueblo vecino.

La joven partera se convierte así en personaje literario en la novela Nieve para Inés de Fuentes de Alfonso Cantador Alias, recién publicada por la editorial jarota La Fuente Vieja. Pero Inés es un personaje real, que aparece citado por Juan Ocaña Prados en su libro Historia de Villanueva de Córdoba (1911). Según documentación municipal consultada por el autor, en marzo de 1700 el concejo de Villanueva de Córdoba, no habiendo en el pueblo "persona alguna con título ni con inteligencia suficiente para asistir a lo partos", le hizo propuesta a Inés de Fuentes, vecina de Hinojosa del Duque, para ejercer en la localidad jarota "por ser matrona examinada y experta en dicho ministerio". El contrato estipulaba que cobraría cuatro reales de vellón por cada parto, al tiempo que quedaba exonerada de tasas e impuestos y se le facilitaba casa donde vivir. Quizás sea la primera mujer de nuestra historia comarcal vinculada a la ciencia de la que tenemos noticia.

A partir de estos pocos datos, Alfonso Cantador Alias realiza un intenso retrato del personaje y de la época y, muy especialmente, una recreación histórica muy detallada de la sociedad de Los Pedroches en ese momento. Aunque la novela se centra en un ambiente de cultura muy elitista (el sabio judío, la bachillera inquieta, el catedrático examinador, los científicos sevillanos), en la obra aparecen también reflejados los tipos vulgares (el bandolero, el arriero borracho, el curandero envidioso) y la gente del pueblo (los criados, los labradores, el cocinero, los alarifes). El libro está falto de una corrección tipográfica (comas vocativas y guiones de diálogo, especialmente), que lo mejorarían notablemente. Aun así, su lectura resulta sumamente adictiva y nos ofrece multitud de datos sobre la historia y la cultura de la comarca al tiempo que nos presenta de forma atractiva un personaje moderno en una época plagada todavía de sumisiones a la tradición y la costumbre, donde su condición de mujer representaba una rémora más. 

Nieve para Inés de Fuentes contiene, sobre todo, una historia de amor por el conocimiento y la ciencia, por el progreso basado en los nuevos avances médicos y la incorporación de las modernas técnicas quirúrgicas, siempre frenadas y observadas con reticencia por los defensores de los métodos más tradicionales, cerrados a cualquier innovación. La lucha entre lo nuevo y lo viejo, tan antigua como el ser humano.

Alfonso Cantador Alias

Nieve para Inés de Fuentes

Editorial La Fuente Vieja

321 páginas

Comprar: 17 Pueblos